29/05/2024
Barcelona, España
La transferencia de tecnología y la colaboración se erigen como pilares fundamentales de la innovación biotecnológica. Un binomio que permite que la investigación de frontera que se desarrolla en el ámbito biotecnológico se transforme en soluciones innovadoras que lleguen a los pacientes. En este sentido, las compañías biotech se han especializado en cubrir uno de los eslabones más críticos en la cadena de la transferencia: convertir los descubrimientos científicos en tecnologías.
Con ese telón de fondo AseBio y la Plataforma de Mercados Biotecnológicos han organizado, en el marco de la XVII Conferencia Anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica (Barcelona), la mesa de debate titulada “Colaboración y transferencia: el ADN de la investigación biomédica”. Este encuentro está impulsado por la Plataforma de Mercados Biotecnológicos, puesta en marcha por AseBio, en colaboración con la Plataforma Tecnológica Española de Medicamentos Innovadores, Fenin, Veterindustria y Nanomed.
España se posiciona como la novena potencia global en términos de producción científica sobre biotecnología. A pesar de esto, existe en nuestro país un significativo desequilibrio entre esta producción científica y el desempeño de la innovación. En este contexto, uno de los principales desafíos a los que nos enfrentamos en la modernización y transformación de nuestro país radica en la necesidad de conectar conocimiento científico y los avances de investigación con la creación de productos innovadores que aborden los desafíos económicos y sociales.
“La transferencia tecnológica ha de comprenderse como la oportunidad de poner en el mercado una primicia, un avance técnico, un reto innovador. Esta ha de concebirse como una ventaja competitiva en el contexto del mercado actual. Incorporar valor al contexto social y acelerar la capacidad que teníamos como investigadores de tocar este tejido y multiplicar la capacidad de transferir fue la razón de crear Microomics”, explica Pedro Iñaki González, cofundador, CEO y COO de Microomics.
“Tras un impulso inicial de transferencia tecnológica, la chispa o el punto de arranque que sostiene la entidad o startup, esta ha de alimentarse constantemente si desea perpetuar de manera competitiva y reinventarse. El propio sistema, la propia spin-off, ha de comenzar a evolucionar y a crear resiliencia en su capacidad de transferir y adaptar tecnología”, añade.
“Los vínculos con nuestros centros de origen, co-fundadores y acuerdos duraderos (consorcios, proyectos CDTI, grupos operativos) son claves. Si comprendemos la transferencia tecnológica como un ejercicio bidireccional entre centros de investigación y mercados, el canal y flujo de oportunidades sin duda se incrementará. El reto actual es el de cerrar el gap administrativo y conceptual (mental) entre nuestros centros y tejido de investigador y Biotech”, incide González.
La colaboración entre los distintos eslabones de la cadena de transferencia es fundamental
La colaboración entre los distintos eslabones de la cadena de transferencia es crucial. Una pieza clave en la creación y fortalecimiento del tejido empresarial y que, en España, es fundamental para el desarrollo del sector biotecnológico.
En 2022 se produjeron en nuestro país 295 alianzas de las empresas biotecnológicas, de las que 189 fueron acuerdos con centros públicos, es decir, un 64% de las colaboraciones son público-privadas. Por detrás encontramos las colaboraciones entre diferentes empresas biotecnológicas con casi un 20% de las colaboraciones. Cabe señalar que la mayoría de estas son alianzas están enfocadas en el I+D (176), seguido del desarrollo clínico y las alianzas dedicadas a la producción.
Un perfecto ejemplo de esta situación lo encontramos en Grifols Innovation and New Technologies (GIANT), tal y como ha explicado su vicepresidente, Jose Terencio: “Nuestra misión es encontrar las innovaciones más avanzadas fuera de Grifols para enriquecer nuestro portfolio centrado en áreas terapéuticas como inmunología, pulmonología, enfermedades infecciosas y otras. Creemos en la colaboración y por eso, nuestras alianzas abarcan distintos niveles, desde la inversión en empresas biotecnológicas con productos disruptivos en fase de desarrollo, hasta la adquisición de empresas para potenciar nuestras capacidades internas, e incluyendo la exploración de tecnologías innovadoras para mejorar nuestras soluciones. Estamos comprometidos con la excelencia y la expansión constante de nuestras fronteras con el fin de mejorar la salud y bienestar de los pacientes”.
“La colaboración entre grandes compañías del sector farmacéutico con pequeñas empresas biotecnológicas es crucial para impulsar la innovación y la investigación biomédica. Este tipo de interacciones no solo acelera el avance científico, sino que permite a estas pequeñas empresas transferir sus avances y lograr que estos lleguen lo más rápido posible a la sociedad. Desde Lilly SAU también hemos apostado activamente por la colaboración con centros públicos y privados de excelencia, y fruto de ello hemos conseguido importantes proyectos conjuntos como los firmados recientemente con el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y el Centro de Supercomputación de Barcelona. A través de estas colaboraciones pretendemos generar importantes avances en el conocimiento y tratamientos del cáncer de páncreas”, señala por su parte Juan Velasco, vicepresidente de Investigación de Eli Lilly.
La gestión eficiente de la propiedad intelectual y la creación de empresas spin offs, motor de la transferencia de tecnología
Tanto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como la Comisión Europea (CE) han advertido a España sobre la necesidad de impulsar la transferencia y la colaboración para convertir la excelente ciencia con la que contamos en soluciones innovadoras. La fotografía que observamos de nuestro ecosistema revela nuestro potencial para crear más spin-offs, pero para ello, es necesario contar con profesionales con las habilidades y con las capacidades de talento necesario, además de acompañarlas en su crecimiento.
En este sentido, la protección de la propiedad intelectual de forma que permita a los investigadores avanzar y desarrollar productos y soluciones derivados de sus investigaciones, se presenta como uno de los primeros pasos que debemos dar en el camino de la creación de productos innovadores. “La gestión eficiente de la propiedad intelectual y la creación de empresas spin offs son vitales para la transferencia de tecnología y para un ecosistema de innovación próspero. Una fuerte protección de la propiedad intelectual es esencial para la competitividad de las empresas, y las spin-offs son particularmente útiles para atraer inversiones, fortalecer los vínculos entre el mundo académico y la industria e impulsar la creación de empleo y el crecimiento económico”, expone Anabel Sanz, Head of Technology and Business Development Office CRG.
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